domingo, 21 de abril de 2013

"¿Una carrerita?"

Señores:

Todos hemos tomado un taxi en nuestras vidas es tal vez la manera más fácil y rápida de llegar al colegio, universidad, trabajo o juerga. Pero nunca me ha tocado un taxista que no hable. Todos, absolutamente todos te hablan. Esa capacidad de generar una cháchara que muchas veces puede ser amena como en otras bastante aburrida pero para mi suerte siempre han sido muy divertidas. Siempre comienzan hablando del clima o del tráfico, cuando comienzan con la frase ... "Bastante tráfico, no? o "Este clima está loco" sabes que en ese preciso instante comienza la conversación. Cuando estoy de buen humor me da por seguir la conversación y casi siempre me fijo que al menos en el retrovisor del auto tenga un rosario o una imagen del "Guíame Señor de Muruhuay" esto para mi me da cierta tranquilidad.

Pero sigamos. Para mi buena suerte me han tocado taxistas buenos uno que otro malcriado pero bueno qué se hace. Pero recuerdo tres casos especiales que los trataré de resumir para no aburrirlos.

"Buen día, señor acá a Aviación ... S/. 15.00 soles señorita, no regateo porque creo que es justo" me subo y bueno comenzamos a conversar. Le pedí su periódico y muy amablemente me lo prestó. Por que OJO el periódico es EL PERIÓDICO. Bien pagada su china para leer un rato "El trome". Y me habla del clima, si que el clima es raro que ya no sé si ponerme manga corta o manga larga. Y el señor me comenzó a hablar como si me conociera de años y bueno yo ya quería llegar a mi destino porque ya estaba harta del clima, clima, clima. Me pareció genial el señor, recuerdo que me bajé del auto y le dije "Lleve siempre una chompa porsiacaso el clima está como Ollanta, bipolar" y sonrió.

Otra historia muy curiosa fue cuando un taxista trató de cambiarme de religión. Yo respeto la de todos pero tampoco me lo impongas, digo no?. Resulta que esta "carrera" si era larga. De San Miguel a La Molina, me mandaron por cosas de mi ex chamba, por mí genial ir en taxi. ¿Micro? no mamita hora punta no. Tomo el taxi y ya estábamos en la mitad de camino cuando siento la mirada en el retrovisor, me dió miedo pero él no pudo evitar preguntarme. "La nota apurada". En ese momento me dió tanto miedo que ya estaba pensando en saltar por la puerta pero no hice otra cosa que preguntarle por su familia y resulta que me salió hablando de Dios. Era evangelista. Yo católica. Era una mecha de padre y señor mío (eso sonó a vieja) pero fue tan picante que hasta me sacó su librito y me dijo - "Llévalo, vas a ver que te hará cambiar" - Yo le dije que no, gracias estoy bien pero él insistió y un poco más me lo pega en la frente. Ya era momento de bajar y con "cachita" le dije - "Bendiciones" - parecia la niña del exorcista, faltaba el vomito verde nada más. Aggg.

Esta última si me pasó hace muchos años, vivía enamorada de un chico que no me daba bola. Un día me la pegué mal y me embarcaron sola en un taxi. Sola,sí, S-O-L-A . Qué  miedo, no?. Pero yo estaba entre pisco y nazca. Me reía de todo pero llego el momento de moquear. El taxista tan lindo me comenzó a decir la clásica no, la de "No llores, no vale la pena" yo creo que me quiso dar los diablos azules pero menos mal no pasó nada. Yo lloraba con tal desconcierto que hasta lo llegué a gritar diciendo que por qué los hombres eran malos, qué por qué el chico no me daba bola, que soy fea, que nadie me quiere. Tú sabes, cosas de "huasca". Pueden creer que me quedé dormida y él muy amable me dijo "señorita, ya llegamos" me desperté y estaba en la puerta de mi casa. Me pareció tan raro. Le pagué y agradecí. El terminó diciendo - "no vale la pena, ya sabes". Quizá le recordé a su hija y la verdad es que ahora no tomo taxi sola pero sigo haciendo el habla a los taxistas.

Te pueden tocar bueno o malos. Doy gracias que me hayan tocado buenos.

Señor taxista que quizá fue mi ángel guardián en su momento. Créame, ahora ya no lloro por nadie.

¡Saludos!








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